Federico Pagura, amigo, maestro y ejemplo acaba de regresar a casa, al barrio que está detrás de las estrellas.

Lo conocí hace pocos años.
Fue cuando mi amigo Julio López, en uno de nuestros encuentros de oración, cantó el Sursum Corda y quedé prendido al alma de su creador.

Viajé a Rosario a pasar tiempo con él y llenó mi alma de amor.
Por esos días producíamos el disco HIMNOS y decidí que ese sería el broche final, la frutilla del postre.

Su longitud hizo imposible insertar en forma de rap esa prosa fusionándola con Siyahamba, la canción emblema de la lucha anti apartheid.
Sin embargo la idea era editarla completa. La idea surgió veloz: “que Federico grabe recitando…”
Viajamos a Rosario y así lo hicimos en el Templo La Resurrección…

Un amigo al escucharlo preguntó: “¿por qué a un pentecostal se le ocurre hacer un homenaje como este?”
Nunca se lo dije, pero mi intensión no fue hacer un homenaje, sino poner en los oídos del pueblo de Dios la voz de un pastor y profeta.
Creo que cada palabra es vital para los cristianos que deseamos ser discípulos de JESÚS en estos crueles días.

Recuerdo las horas compartiendo sueños y desvelos, las panzadas de pizzas en el Cairo… el amor entrañable de su mano en mi cara… sus consejos y recomendaciones.
Allí en nuestro barrio canalla y académico, nos volveremos a encontrar.
Hasta pronto Fede.

VIDEO SURSUM CORDA: