Bolivia, una de las naciones que mayor depredación sufrió desde los tiempos coloniales, resurge de la mano de Dios, que la llena de bendiciones.
Cuando quienes saquearon el oro, la plata y el estaño creyeron que nada quedaba, el pueblo desguarnecido descubrió que Dios nunca se olvida de él. El LITIO, que nadie tomaba en cuenta fijó sus reservas en Bolivia.
Hoy, se llama a la nación del altiplano la “ARABIA SAUDITA DEL FUTURO”, dado que ese elemento será vital para las baterías y acumuladores eléctricos que reemplazará al petróleo en importancia económica estratégica.
Con sus reservas cinco veces superiores a las del resto del mundo, el futuro parece asegurado.
Sin embargo, el litio no se come y hoy las economías deben diversificarse.
Los recursos energéticos bolivianos ahora se ven reforzados por cultivos autóctonos de propiedades maravillosas.
La QUINUA es un ejemplo.
Una planta original del altiplano, crece a 3700 metros de altura cultivada por los aborígenes más pobres.
Resistente a las sequías, su producción es constante.
Sus propiedades nutricionales son tales que el presidente Evo Morales incluyó al cereal como alimento “estratégico” para la seguridad alimentaria de Bolivia.
Muchos resistieron su consumo por ser “comida de indios”, pero comenzaron a verla con mejores ojos cuando los Reyes de España la incluyeron en su dieta.
Qué decir cuando descubrieron que la NASA la incluye en la alimentación de sus astronautas.
Desde el año 2000, su demanda aumentó 7 veces, y su precio, en 1983, era de 65 dólares la tonelada, entre tanto que hoy, puede alcanzar los 3 mil, es decir, 5 veces el precio de la soja.
No daña el suelo por ser natural de la zona y es rica en proteínas (14-18%) y es buena fuente de fósforo, calcio, hierro y vitamina E, y puede incluso reemplazar la leche materna, dice la FAO.
Bolivia genera un 46% de la producción mundial, según un informe del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, y por decisión del presidente Evo Morales se aumentará la zona de siembra a 100 mil hectáreas, es decir que producirá para la economía boliviana 1.050 millones de dólares.
“La quinua es como el arroz del altiplano’’, declaró el Presidente a fines de diciembre durante una visita a Venezuela. “Antes la gente no quería comer quinua, decía que era un alimento del indio y, como es del indio, no querían comer. Ahora el pueblo boliviano empieza a reaccionar”.
Ayer meditaba en el Salmo 67, versos 4 al 7:
“Alégrense y gócense las naciones, porque juzgarás los pueblos con equidad, y pastorearás las naciones en la tierra. Te alaben los pueblos, oh Dios; todos los pueblos te alaben.
La tierra dará su fruto; nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
Bendíganos Dios, y témanlo todos los términos de la tierra.
En mis anotaciones escribí:
REINANDO (en nuestras manos justicia cuidado y protección)
Alegría, porque Dios juzgará con equidad y pastoreará las naciones.
Entonces la tierra dará su fruto.
¡¡¡DIOS ESTABLECE LA JUSTICIA CON EQUIDAD y nos PASTOREA, NOS CUIDA!!!
Reinar es SERVIR, quien SIRVE recibe el respaldo de Dios y se desarrolla en producción.
La tierra suelta toda su riqueza en sus manos…
Hoy, al leer la nota de “Clarín” que me enviara Pablo Marcelli, reflexioné en las Palabras recibidas para nuestra región y grité fuerte:
¡¡¡QUÉ BUENO MI HERMANO, QUÉ BUENO, QUE DIOS ES TAN BUENO!!!
http://www.clarin.com/mundo/quinua-grano-codiciado-ilusiona-Bolivia_0_403159740.html