Quedé impactado al descubrir mayor contenido en tres versos bíblicos que narran una historia tantas veces leída por mí, la de Ester, la huérfana inmigrante que llegó a ser reina.
En ella, de manera sencilla, muestra cómo se genera una cultura, cómo un pueblo se desarrolla hasta alcanzar su forma y cómo esta progresiva avanza creciendo en cada acontecimiento que vive y formará parte de su historia.
Primero, se genera el acuerdo tácito en el pueblo que ama lo mismo, abraza ideales, se propone metas comunes, sueña los mismos sueños y lo expresa con las mismas formas.
Luego, lo mantiene en la memoria, pasándolo de generación en generación, lo hace imborrable y formador de identidad.
Esto es lo que finalmente generará una identidad tan poderosa que llena a ese pueblo de verdadera autoridad.
Una autoridad que no depende de cuanta riqueza tenga esa nación o comunidad, ni de las armas que posea, ni de las alianzas políticas y económicas que realice. Tampoco, pende de su geografía, ni de su clima. Solo se basa en la claridad que ésta tenga de su ser interior.
Si queremos tener autoridad, debemos reconocer de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde vamos, es decir, una SANTIDAD ACTIVA, ya que santidad no implica “NO HACER”, sino por el contrario, hacer y fundamentalmente SER.
¡¡¡SANTIDAD ES SER HIJO DE DIOS Y HACER SU VOLUNTAD!!!
TODO LO QUE TE AGREDA PARA BORRAR DE TI SU IMAGEN Y SEMEJANZA, QUIERE ANIQUILARTE, SOMETERTE, ESCLAVIZARTE.
“Los judíos establecieron y tomaron sobre sí, sobre su descendencia y sobre todos los allegados a ellos, que no dejarían de celebrar estos dos días según está escrito tocante a ellos, conforme a su tiempo cada año; y que estos días serían recordados y celebrados por todas las generaciones, familias, provincias y ciudades; que estos días de Purim no dejarían de ser guardados por los judíos, y que su descendencia jamás dejaría de recordarlos. Y la reina Ester hija de Abihail, y Mardoqueo el judío, suscribieron con plena autoridad esta segunda carta referente a Purim.”, Ester 9.27-29.
ARISTOCRACIA
El trato que nosotros le damos a nuestra historia nos define.
O aprendemos de ella o, recurrentemente, volvemos sobre los mismos errores.
Imagínese que en los EEUU, la “mayor democracia del mundo”, después de 66 años, se pudieron apreciar por primera vez las imágenes del desastre de Hiroshima. La excusa para tan longeva censura fue: “los vencedores no querían fomentar el remordimiento en la opinión pública.” (1)
En estos días, escucho con asiduidad el concepto “intelectuales” para denominar a una casta que supuestamente sabe pensar y desarrolla un padrinazgo sobre las sociedades, aparentemente descerebradas, carentes de intelecto.
Los eruditos nos cuentan la historia para que nosotros, ignorantes, sepamos de dónde venimos.
Amparados por la potencia de los medios que los propagan, “los intelectuales” dictan lo que está bien y lo que está mal, lo que debemos pensar y aquello que no se debe cruzar por nuestras cabezas.
Airado por la falta de respeto de gente cebada de poder me pregunté: ¿Dónde se reciben de intelectuales? ¿Qué estudios cursan?
Otrora llamados “formadores de opinión”, los hoy “intelectuales” pretenden dirigirnos y colonizarnos diciendo qué es lo está bien y qué lo que está mal, obviamente, escondiendo bajo la alfombra sus pasados camaleónicos que les permitieron estar siempre en las primeras filas.
Amanes modernos que pretenden dirigirnos, haciéndonos creer que somos lo que ellos dicen que somos.
Todos somos intelectuales, porque a todos Dios nos dio un intelecto.
Detrás de esos títulos engañosos, esconden su verdadero anhelo de ejecutar una aristocracia que reemplace a la democracia.
Por aristocracia se define al gobierno de los “mejores”, por lo tanto, ellos deben gobernar sobre la plebe, el demos, el pueblo que no sabe qué decidir.
Manipuladores de conciencias que impunemente bombardean las mentes desde los medios de comunicación.
ESPIRITUALES
Eduardo Galeano, entrevistado en la Plaza Catalunya mientras visitaba a los indignados allí congregados, definió a los intelectuales como gente terrible, ya que disocian del ser humano. Cabezas que ruedan por las calles, carentes de sentimientos, ya que centran todo en el intelecto. “Ya Goya nos advirtió: La razón genera monstruos”, dijo don Eduardo.
Cuánta verdad… somos sentimiento, voluntad y razón, pero además, espíritu.
Los espirituales son quienes vibran en esa frecuencia en la que viaja el Espíritu Santo, pudiendo, por lo tanto, oírlo e interpretarlo.
Esa dulce unción aleja la bruma y trae claridad en el pensar, en el sentir y en el hacer.
Lo contrario es el automatismo legalista, el castrador intento manipulador de quienes te dicen qué debés hacer, hasta dónde podés pensar y sentir. Todo lo que queda fuera de ello, es pecado. Ellos lo dicen, para ello son la aristocracia que nos cuida.
Brutal o lentamente, los asesinos de la conciencia intentan dominarlo todo para entregar el botín en las manos de quienes pretenden dominar, los dueños del poder.
Siempre me pregunté dónde fueron a parar los jóvenes del Mayo francés, que en 1968 pregonaban la igualdad fomentando la ayuda desde los países desarrollados hacia las economías pobres.
La viñeta de El Roto lo explica con cruel claridad.
“Raíz de todos los males es el dinero”, le enseñaba San Pablo a Timoteo, “el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”, 1a Timoteo 6.10.
LA REALIDAD
Indignados por la corrupción y la crisis económica llenaron las plazas españolas.
Manifestaciones similares se repiten en todo el continente europeo.
Siete días después del 15M -15 de marzo- fecha en que comenzaron las movilizaciones pacíficas de protesta, los españoles acudieron a las urnas y, sorprendentemente, votaron al Partido Popular, que cuando fuera gobierno en la presidencia de José María Aznar, introdujo a España en este desastre que hoy parece no tener fin.
Recomiendo leer la nota del diario español El País denominada “Sentido de Estado”, cuyo link encontrará al final.
En ella se muestra la realidad de una manera tan contundente, que se llega a hablar del probable default español. (2)
Sí, leíste bien, el tan mentado default, que tantas críticas mundiales levantara contra nuestra país, ahora cierne su amenaza sobre Europa.
Y no se detiene allí, la crisis genera miedos y proteccionismos, además de desastres, como bien lo manifiesta la nota “Indignados con el sur”, que narra las tensiones por la agricultura entre Alemania y España. (3)
Cuando te roban la identidad, cuando destruyen tu cultura por medio de la seducción o la fuerza, terminan por depredar todo, porque por ello vienen.
HÉROES O VILLANOS
Hace unos días, me paraba frente a la casa de Esteban De Luca, poeta y patriota, cuyo hogar funcionó como el primer deposito de armas de la Revolución de Mayo. Por un momento, pensé, que de no haber triunfado aquella gesta libertadora, a nosotros nos habrían enseñado hubiésemos que aquel hombre era un forajido guerrillero subversivo.
Cómo cambia la consideración de una persona o grupo con la victoria o el fracaso…
Hoy, estamos en iguales condiciones.
Podemos ser héroes o villanos, todo depende del lado en que nos pongamos.
Siempre existe el estado intermedio de los tibios, que solo gritan la libertad cuando está asegurada, pero sabemos cuál es el destino que les dará el Señor a tales personajes.
Ser criticados y vituperados por quienes se ven afectados por nuestras posturas, palabras y sobre todo acciones, nos coloca en el punto de mira.
Avanzamos firmes sin dejarnos seducir por discursos, ilusiones y propuestas, solo sabemos de realidades.
Amenazándolos por ser portadores de identidad, los hijos de Dios desafiamos, llenos del inquebrantable Espíritu Santo, a los poderes que por violencia o seducción intentan capturar el alma de los pueblos para explotarlos en pos de su avaricia.
Por su divino poder y revelación somos la esperanza de liberación.
Escuchar su Palabra nos da una identidad clara, genera una cultura firme y nos posiciona de manera victoriosa.
¡¡¡ADELANTE, SANTOS CON PLENA AUTORIDAD, TOMEMOS LA TIERRA!!!
Notas citadas:
(1) Hiroshima 66 años de censura
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Hiroshima/66/anos/censura/elpepicul/20110607elpepicul_2/Tes
(2) Sentido de Estado
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Sentido/Estado/elpepiopi/20110608elpepiopi_1/Tes
(3) Indignados con el sur
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Indignados/Sur/elpepisoc/20110604elpepisoc_1/Tes