La sorpresiva violencia que aturdió a nuestra sociedad en los días pasados fue anunciada.
La FE que viene por el oír la Palabra es poderosa para detener la mentira, el robo y las maquinaciones de los seguidores de aquel que vino para hurtar, matar y destruir.
Un llamado de atención que nos apercibe para actuar.

“También unos soldados le preguntaron, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos?
Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.”
Hace un par de semanas, la prédica se basó en esta respuesta de Juan el Bautista, cita en el Evangelio de Lucas 3.14.

En esos días, nada hacia presagiar los episodios de violencia que se sucedieron en nuestra Patria, pero una vez más, la Palabra nos anticipa aquello que está pronto a suceder. Creo que debemos aguzar el oído, pues en los últimos días de este año, que asumimos como un período de desarrollo de la FE, el rol de la Palabra es clave para el ejercicio que acreciente la misma, tal como escribe Pablo en su carta a los Romanos: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”. 

Más allá de los comprensibles reclamos salariales, inquietan ciertas coincidencias en las formas y en los tiempos: conflictos provinciales con pedidos de Gobernadores de traslado de efectivos de Prefectura y Gendarmería que, de haberse efectivizado, hubiesen dejado desguarnecidos a amplios sectores del Gran Buenos Aires, donde a posteriori estallaron los mismos episodios de delincuencia organizada. ¿Qué hubiese sucedido si se producían dichos traslados?

Y si a esta extraña coincidencia se le suma el silencio de ciertos personajes que en el pasado tuvieron directa relación con hechos de saqueos, nos entrega un panorama muy dudoso.

Con dolor, sospechamos que los acontecimientos que perturbaron la paz de nuestra sociedad fueron perfectamente organizados por sectores que utilizaron las necesidades de unos y la voluntad siempre dispuesta de violentos que se venden al mejor postor. Ocultos poderes confrontados por JESÚS en el Evangelio de Juan: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Juan 10.10 (RV 1960)

Como protagonistas de nuestra sociedad actuamos en todo lo conducente a la paz que proviene de la verdad y la justicia.
Exhortamos a quienes conocen la verdad a exponerla, y así dejar en descubierto a quienes han pensado y ejecutado el mal contra el conjunto de nuestra sociedad, que con mucho tesón celebra 30 años de vida democrática.

“Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas. 
Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso; porque todas estas son cosas que aborrezco, dice Jehová.” 
Zacarías 8.16.17(RV1960)

En este proceso de crecimiento debemos conjugar el oír la Palabra para que, anoticiados, nuestra FE crezca, de tal manera, que al terminar el año no seamos los mismos que en su comienzo.

Con nosotros está el Dios del universo; Él es Dios de nuestro pueblo, ¡Él es nuestro refugio!
¡Vengan, vengan a ver las grandes maravillas que Dios ha hecho en toda la tierra!
Hasta en los lugares más lejanos les puso fin a las guerras; destrozó arcos y lanzas, y echó al fuego los escudos.
Y dijo: ¡Todas las naciones del mundo reconocen mi grandeza!
¡Reconózcanme como su Dios y ya no se peleen!
Con nosotros está el Dios del universo; Él es Dios de nuestro pueblo, ¡él es nuestro refugio!”
Salmo 46.7-11 (TLA)

Creyendo, esforcémonos para que el texto final de la Palabra que nos ha guiado en 2013, se vuelva una realidad en nuestro medio. Para ello, mucho tenemos que hacer y el Movimiento NO MATARÁS te convoca a que seas parte de la transformación de la sociedad.

Contactate y se parte de los hacedores de paz:
www.nomataras.net