IDENTIDAD

Alguien amado me envió este video con la pregunta: ¿reconocés algo?
Lloré con cada palabra de Constanza Orbaiz en su charla TED por su contenido y por su forma.
Claro que reconocí en cada palabra y actitud la teología pastoral del CCNV: nadie queda al costado del camino, sea quien sea, haya hecho lo que haya hecho o tenga las condiciones que tenga.

TODOS SOMOS y eso es lo ÚNICO QUE VALE.

Destruir estereotipos, sabiendo que “las únicas especiales son las pizzas”, y que las personas y las sociedades solo “ESTÁN CURADAS CUANDO PUEDEN ENFRENTAR SUS DISCAPACIDADES Y PROBLEMAS”.
Saber que por ser diferentes enriquecemos a los demás y que los verdaderamente disminuidos son los que segregan porque “los contamina la visión de su estética”.

EN NUESTRA COMUNIDAD, TENEMOS CONSTANZAS Y ESTAMOS FELICES POR ELLO.

Somos pentecostales y creemos en la sanidad, pero también en el poder que te lleva a vivir con todo acuesta, ampliando la visión, porque “SE INVESTIGA CON EMPATÍA CUANDO CONOCES EL DOLOR POR SUFRIRLO”

Abrazo a Constanza en la lejanía de no conocerla y en la cercanía de los brazos de algunos de nuestros Pastores que coincidieron con ella cuando su hija tuvo que dar su exposición en TED.

M A R A V I L L O S O.
E X T R A O R D I N A R I O.

Resume de una manera inigualablemente simple toda nuestra Teología Pastoral.
Esta es nuestra visión y la identidad del CCNV.

“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos…
Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” 2a Corintios 4. 7-9 y 16-18 RV1960