El fuego desaparece bajo las cenizas que auguran su muerte.
Una poderosa reacción se produce cuando aventamos las brasas.
El oxígeno entre los leños vivifica la combustión y las llamas brotan indomables.
Hoy, el milagro de la resurrección llama a tu puerta… a la puerta de todas y todos.
HAY ESPERANZA, nada es imposible para JESÚS.
LLEGA EL TIEMPO DE NUESTRA MANIFESTACIÓN.
ES HORA DE AVIVARNOS…
EL CAMINO DE LOS REDIMIDOS ES DERECHO y FÁCIL.
NOS CONDUCE A LA PAZ, con JUSTICIA y LIBERTAD.
LLENÁNDONOS DE ALEGRÍA y PROSPERIDAD SOLIDARIA.
“Entonces el Señor respondió a Jeremías:
Yo soy el Señor, el Dios de todos. Nada hay imposible para mí.”
Jeremías 32.26-27 DHH (adaptada)
Como cada año, te dejo un villancico para alcanzar la liberación: