Notas para pensar

Días atrás me negué a leer la nota “Maradona metáfora argentina” publicada en el diario El País de España, al ver que la misma fue escrita por un psicoanalista, quizás por considerar que para diagnosticar la realidad sea menester acudir a los saberes de un psiquiatra….
Forzado por mails de hermanos y de jóvenes hice el sacrificio y aquí va un pequeño análisis de la nota que cumple las expectativas del diario EL País y de su socio de Clarín que tanto han perdido en este último tiempo.

Maravilloso es que hace menos de 1 mes, el mismo periódico publicó un articulo en la edición española, no en la que se vende en Argentina, bajo el titulo “Justicia” exaltando los valores de nuestro país.

Interesante es que el psicoanalista repita los permanentes reclames a nuestro gobierno como intolerante con la prensa, hecho que se dice por los medios de prensa. ¿En que quedamos? Este gobierno propuso y despenalizó a la prensa de las calumnias e injurias, mordaza permanente por medio da la vía judicial. Que no se ha dicho del gobierno. Molesta que el gobierno haga uso de su derecho a responder.

Creo que es hora de releer la nota de Manuel Rivas, “Justicia” ya mencionada y linkeada en párrafos anteriores.

Peor aberración es hacer un análisis de la historia de Argentina y del pasado del abuso militar en los gobiernos, olvidándose que estos siempre respondieron a grupos económicos externos e internos, de quienes su socio Clarín fue defensor y cómplice.
La degradación del país analizada en esta nota fue lograda en gobiernos autoritarios y completada con una formula democrática en la década de los 90, bajo la presidencia de Carlos Saúl Menem y la dirección económica de Domingo Felipe Cavallo con el mismo equipo de profesionales que actuó en la dictadura.

Período nefasto en el cual se cautivó a una población sedienta de consumo por medio de la irrealidad económica sustentada a base de créditos, para que los buitres nacionales e internacionales se llevasen las riquezas de nuestra patria por medio de tarifas a precios únicos en la esfera mundial y de convenios y leyes que les permiten hasta hoy explotar nuestro territorio llevándose sus recursos de forma vandálica.

Como ejemplo tenemos las leyes emergentes del tratado Menem-Frey que genera una franja a lo largo de toda la Cordillera de los Andes de 20km de ancho, donde no imperan las leyes de Chile, ni de Argentina, para que las empresas puedan depredar los suelos, los minerales y llevándoselos sin pagar ni siquiera los impuestos.

Esto sin contar que en esos períodos militares y democráticos serviles, fue minada la educación pública, agrediendo a profesores, provocando su deserción y bajando los presupuestos al mínimo posible, para provocar el traslado de la misma a las manos de los privados, que deberíamos decir siendo específicos, a las manos católicas, que recibieron los subsidios de manera creciente y poderosa. Ellos se encargan de educar a generaciones funcionales a los intereses de los patrones que destruyeron la Nación.

Mezclando todo, enarbola dichos tales como “Dios es argentino”, “Los argentinos somos derechos y humanos” y otros similares que fueron campañas de prensa de dictaduras, para ocultar la realidad, llevando a un pueblo cautivo a la obediencia a políticas que beneficiaban a grupos que Clarín tan bien representa y defiende, quienes dominaron el país con impunidad por medio de la fuerza.

Quizás es necesario estudiar y entender que la sangre derramada desde hace 2 siglos en nuestra Patria tiene que ver con los ideales de emancipación, libertad, independencia y justicia, contra los cuales estos poderes impíos han arremetido permanentemente.

En síntesis, si Argentina fuera tan mala y quienes pensamos que una nueva realidad es posible de la mano de Jesús y siguiendo Su Palabra Profética estaríamos tan errados, no se escribirían esta clase de notas, que mezclan conceptos y épocas para hacernos creer que somos lo peor. No son incapaces incultos, son maliciosos intencionados. Recordemos lo que dice la Escritura en Romanos 12.21 “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.”