“No hagas tanto escaparate que vas a parecer un marciano…”, me dijo alguien con mucha sorna hace tiempo atrás, por negarme a participar en una actividad que iba contra mis principios.
De allí salió mi autoapodo: “El marciano del escaparate”.
Cada vez que tomamos decisiones contrarias a la corriente, nos sentimos, o hacen sentir, como un marciano… exhibido en un escaparate de este mundo voraz.
Cierta cantante argentina radicada en Barcelona, llamada Pastora, canta en uno de sus temas en el que relata la vida en este planeta contradictorio: “en Marte todo está tan bien”…
Uniendo conceptos y abrazados de la Palabra que dice que no somos de este mundo, parimos el concepto: “somos extraterrestres y nos vamos a nuestro planeta… vamos a AMARTE…”. Amarcianos del planeta AMARTE.
Una de nuestras líderes de niños, Débora Bargas, me escribió lo siguiente:
“Escuchando la prédica de hace dos domingos, en donde se hablaba mucho del planeta #amarte, mismo por twitter y facebook, se me ocurrió hacer una encuesta a las adolescentes de 11 a 13 años de cómo sería para ellas un planeta llamado Amarte. Me gustaría compartir uno de esos textos: ‘Me lo imagino perfectamente redondo, que no haya personas pasando ni frío ni calor, ni hambre ni sed, donde nadie es igual ni parecido a nadie, así todos tienen que aceptar y querer las diferencias del otro. Donde cada uno tiene su opinión y no tiene que ocultar nada por miedo al rechazo, donde todos tienen lo que necesitan, pero no todo lo que quieren, pero a pesar de todo, siguen sonriendo y apoyando al otro’.
¿Qué tal si nos copamos y escribimos cómo consideramos o queremos que sea nuestro planeta AMARTE, o nuestro barrio más allá de las estrellas? Escribí un comentario, dejá constancia qué NO TENDRÁ y qué ABUNDARÁ en él…
Soñemos, que los sueños se hacen realidad.
AMEMOS, y cuando las cosas se pongan difíciles aquí en la TIERRA, recordá que tenés un refugio en nuestro planeta AMARTE…