Cruel información y explicación en 2 páginas del mismo periódico.
La crueldad de las políticas del mercado imponen los derechos por sobre la justicia.
Temores a represalias comerciales y económicas hacen que quienes abusan de los pueblos en sus naciones de origen, extiendan sus tentáculos allende los mares…
Cinco siglos igual…
Hoy por la mañana, fui sorprendido por dos publicaciones del diario El País de España.
La primera cuenta que, en el fin de semana, los gobiernos de España y Argentina alcanzaron un acuerdo para zanjar el conflicto suscitado por la expropiación del 97% de las acciones que daba a REPSOL, compañía de petróleos española, el control de la argentina YPF.
En un viaje relámpago y silencioso, el ministro de industria español, José Manuel Soria, y el presidente de Caixabank, Isidro Faniné, se reunieron con el ministro de economía Axel Kicillof –hasta el viernes pasado denominado “el soviético” por el mismo periódico– y el presidente de YPF, Miguel Galuccio.
En el proceso de recuperación de las acciones mayoritarias de la compañía petrolera nacional, fue ventilada la información que daba cuenta que, tal como ocurriera con el escandaloso quebranto de Aerolíneas Argentinas, la administración ibérica había depredado el patrimonio de la empresa de hidrocarburos, llegando a una reducción tal de sus reservas por falta de exploración que sus acciones cayeron en forma vertical, a tal grado, que ni siquiera era capaz de abastecer nuestro mercado local.
La semana próxima pasada, después de un año de gerenciamiento argentino, YPF fue la estrella bursátil, cuando se dio a conocer en sus balances un crecimiento que duplicó el precio de sus acciones.
Sin embargo –de acuerdo al acuerdo– los argentinos deberemos pagar 5 mil millones de dólares para acabar con la disputa…
¡¡¡Pagar para ser liberados de quienes en 13 años saquearon nuestro patrimonio…!!!
Dolor que sentimos, o debiéramos sentir, de no estar sedados por narcóticas noticias faranduleras. Es necesario despertarnos para que la pobreza no nos atrape una vez más:
“Te duermes un poco, te tomas la siesta, tomas un descansito y te cruzas de brazos…
¡Así acabarás en la más terrible pobreza!
Hay gente mala y sinvergüenza que anda contando mentiras; para engañar a los otros… guiña el ojo, apunta con los dedos, y hace señas con los pies.
Esa gente solo piensa hacer lo malo, y siempre anda provocando pleitos.
Por eso la desgracia vendrá sobre ellos de repente; cuando menos lo esperen, serán destruidos sin remedio.” Proverbios 6.10-15 (TLA)
Es necesario despertarse, porque si dormimos el sueño de los desinteresados, los malos toman ocasión. Debiéramos reparar tanta maldad con un juicio ejemplar a los funcionarios argentinos que consintieron tal hurto del cual son cómplices y beneficiarios, comenzando –obviamente– por el ex presidente Menem.
Indignado ante la resignada postura por el jaque mate legal, giré dos páginas el mismo periódico y encontré la respuesta por medio del mordaz y agudo dibujante “El Roto” que, con su poder de síntesis, me dio la explicación: “el pato siempre paga el pato, no seas ingenuo”.
PS: Para que nadie se sienta ofendido, hablo de gobiernos y no de pueblos. Estos sufren las acciones de los aquellos… propios o extranjeros.
Y pensar que DIOS dice:
“Nadie debe vender de manera definitiva su propiedad familiar. La tierra es mía. Ustedes solo son mis huéspedes y están de paso en ella.
Si acaso compran un terreno, deberán reconocer que el propietario anterior tiene derecho a recuperarlo.” Levítico 25.23-24 (TLA)
MENOS MAL QUE EN CRISTO TENEMOS DERECHOS…
“Por eso, ante Dios ustedes ya no son extranjeros. Al contrario, ahora forman parte de su pueblo y tienen todos los derechos; ahora son de la familia de Dios. Todos los miembros de la iglesia son como un edificio, el cual está construido sobre la enseñanza de los apóstoles y los profetas. En ese edificio Jesucristo es la piedra principal. Es él quien mantiene firme todo el edificio y quien lo hace crecer, para que llegue a formar un templo dedicado al Señor. Por su unión con Jesucristo, ustedes también forman parte de ese edificio, en donde Dios habita por medio de su Espíritu.” Efesios 2.19-22 (TLA)
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