Esto fue nuestro tema en enero de 2002…
¿Hemos aprendido?
Razones por apetencias del pueblo sordo
Consecuencias por el clamor de heridos y afligidos

Recordemos que toda la ley y los profetas se resumen en:
AMAR A DIOS y a NUESTRO PRÓJIMO… (Mateo 22.36-40)

MENSAJE DEL SEÑOR POR MEDIO DEL PROFETA JEREMÍAS

Así ha dicho el Señor: «Andarán buscando al resto del pueblo, del mismo modo que en la vid vuelve el vendimiador a rebuscar.

»¿A quién hablaré, para que oigan? ¿A quién le llamaré la atención? ¡No pueden escuchar porque tienen tapados los oídos! Ellos no aman la palabra del Señor. ¡Les resulta vergonzosa!

Por tanto, la ira del Señor se me escapa; ya estoy cansado de contenerme. Voy a derramarla sobre los niños en la calle, lo mismo que sobre las reuniones de jóvenes, porque serán hechos cautivos el marido y la mujer, el viejo y el anciano. Voy a extender mi mano contra los habitantes de la tierra; y sus casas, sus propiedades, y hasta sus mujeres, pasarán a otras manos.

»Y ES QUE TODOS SON MENTIROSOS Y AVAROS. DESDE EL MÁS CHICO AL MÁS GRANDE, DESDE EL PROFETA AL SACERDOTE.
Se les hace fácil sanar la herida de mi pueblo con sólo decir: “¡Paz, paz!” ¡PERO NO HAY PAZ!

¿Acaso se han avergonzado de sus actos repugnantes? ¡Claro que no! ¡Ni siquiera saben lo que es tener vergüenza! Por eso, cuando yo los castigue, caerán muertos entre los muertos.»

Así ha dicho el Señor:
«Deténganse en los caminos y pregunten por los senderos de otros tiempos; miren bien cuál es el buen camino, y vayan por él. Así hallarán ustedes el descanso necesario. Pero ustedes dijeron: “No iremos por allí.” También les puse vigilantes que les advirtieran: “Presten atención al sonido de la trompeta.” Pero ustedes dijeron: “No vamos a prestar atención.”

Por lo tanto, naciones, ¡escuchen! Y ustedes, mi pueblo, ¡entiendan lo que va a suceder! ¡Óyeme bien, tierra! Voy a traer sobre este pueblo un mal, que es producto de sus pensamientos, pues no quisieron obedecer mis palabras y aborrecieron mi enseñanza.

¿Para qué me traen de Sabá este incienso, y de lejanas tierras esta fina caña aromática? No encuentro aceptables sus holocaustos, ni me agradan sus sacrificios.»

Por lo tanto, así ha dicho el Señor: «Yo voy a ponerle tropiezos a este pueblo, que harán caer a los padres y a los hijos por igual, y donde el vecino y su compañero perecerán.»

DE AQUÍ EN ADELANTE, LA ESPECÍFICA PALABRA RECIBIDA EL 6 DE ENERO DE 2002:

¡No salgas al campo! ¡No transites por ningún camino, porque el enemigo está blandiendo la espada! ¡Hay terror por todas partes!
Hija de mi pueblo, ¡cúbrete de cilicio y revuélcate en ceniza! ¡Vístete de luto, como si hubiera muerto tu único hijo! ¡Llora amargamente, porque ya viene contra nosotros el destructor!

«Yo te he puesto entre mi pueblo para que los pongas a prueba, como si fueran metales. Así que entérate de cómo se conducen, y ponlos a prueba, porque todos ellos son rebeldes, porfiados y chismosos. Y además, corruptores. ¡Son inflexibles como el bronce y como el hierro!

Cuando el fuelle arde, el plomo se derrite por el fuego; pero de nada sirve que el fundidor funda el metal si no se desprende la escoria. Pero a ellos se les llamará “plata desechada”, porque yo, el Señor, los he desechado.»
Jeremías 6.9-30 RVC abreviado