La marcha atrás del Gobierno en la quita de las pensiones para las personas con discapacidades puso un punto –que sé que no será final– en la discusión con aquellos que confunden la oración por quienes gobiernan con la obediencia irrestricta a toda decisión y norma.
Este miércoles, en la ciudad de San Rafael, provincia de Mendoza, se dictó la sentencia condenatoria sobre los represores que torturaron e hicieron desaparecer personas en la pasada dictadura cívico-militar-religiosa. Sorprendió el último mandato del tribunal: “librar oficio al Jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, a fin de poner en su conocimiento las graves intervenciones de sacerdotes de la diócesis de San Rafael en crímenes de lesa humanidad…”.
Uno de nuestros pastores en la provincia de Mendoza, que acompañó con el Movimiento NO MATARÁS a los familiares de las víctimas –algunos de ellos miembros del CCNV–, entre lágrimas suyas y del pueblo, me escribió para decirme que se acordaba de una Palabra que yo había ministrado hace mucho: “Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él. Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará.”
Mateo 21:43-44 (RV1960)
Quisiera que reflexionemos en la advertencia de JESÚS, pues algunos fundamentalistas de obediencias ciegas corren el riesgo de perder ser parte del Reino de los Cielos, que nada tiene que ver con los reinos de este mundo.
En el capítulo 2 de su primera carta, Juan advierte acerca de los engaños, los engañadores y los anticristos multiplicados:
“El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” 1a de Juan 2.6 (RV1960)
¿Cómo anduvo JESÚS?
¿A quiénes acompañaba, sanaba y bendecía?
¿A Pilato, a Herodes, al Emperador o al pueblo…?
Meditando en mi oración, recordé a Jeremías, tan atacado por sus profecías… y que, a pesar de ello, renunció a las prebendas que le ofrecían para quedarse con el pueblo sufriente.
“Si prefieres quedarte, vuélvete a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, al cual el rey de Babilonia ha puesto sobre todas las ciudades de Judá, y vive con él en medio del pueblo; o ve a donde te parezca más cómodo ir. Y le dio el capitán de la guardia provisiones y un presente, y le despidió.
Se fue entonces Jeremías a Gedalías hijo de Ahicam, a Mizpa, y habitó con él en medio del pueblo que había quedado en la tierra.” Jeremías 40.5-6 (RV1960)
Por actitudes como estas, Dios corona con milagros, señales y maravillas. Es sencillo: andar como ÉL anduvo nos hace vivir de SU mano y, así, vemos su gloria que siempre restaura y soluciona los dolores y daños que el hombre provoca.
Este jueves, el Gobierno volvió atrás en una decisión muy equivocada, otro triunfo de los más necesitados.
Un privilegio estar al lado de ellos, junto con un grupo de hermanos maravillosamente empáticos, que sienten como propios los dolores de los prójimos. Ellos no calzan pesadas y duras botas, sino el delicado y sutil apresto del Evangelio de la paz, que les permite sentir todos los dolores y correr hacia ellos.
Verdaderos samaritanos en el siglo XXI.
Prestemos atención al apóstol Juan, es muy actual:
“Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.”
1a de Juan 2.8-20 (RV1960)
INFORME DEL JUICIO EN SAN RAFAEL
MARCHA ATRÁS DEL GOBIERNO EN LA BAJA DE LAS PENSIONES POR DISCAPACIDAD