Una querida hermana compartió conmigo esta Palabra, la cual fue respuesta directa a mis oraciones.
El justo pasa por muchas aflicciones, pero el Señor lo libra de todas ellas. El Señor le cuida cada uno de sus huesos,
y ni uno solo de ellos se le quebrará.
Al malvado lo destruye su propia maldad; y los que odian al justo recibirán condenación.
El Señor rescata el alma de sus siervos; no serán condenados los que en él confían.
Salmo 34.19-22 (RVC)
JESÚS esta con nosotros todos los días hasta el fin.
Mateo 28.20