La Iglesia tiene muchas puertas.
Unxs entran por algunas, otrxs por otras.

Quienes eligen la puerta de la EMPATÍA para entrar en la Iglesia, llegan directo al corazón del Evangelio.

Amar al prójimo y amar a Dios, bordes de nuestro Evangelio.

Muchxs entran por esas puertas y otrxs salen por ellas al renunciar hacer lo que JESÚS hace y enseña.
Discursos religiosamente correctos, no sirven.

NO TE DESENTIENDAS DE LOS QUE SUFREN
CUANDO ATIENDES AL NECESITADO SE ABREN LOS CIELOS
LOS MILAGROS SON RESPUESTA DIVINA AL ALMA HERIDA

DIOS es AMOR y aplasta a satanás con su poder.
SI AMAMOS el diablo CAERÁ DELANTE NUESTRO
Somos las manos, los brazos, los pies y la voz de JESÚS,
la llevarles SU amor y para levantar su clamor ante DIOS y los hombres.

MENOS RELIGIÓN Y MÁS ACCIÓN

TEXTOS BÍBLICOS

Romanos 16.17-20 DHH
Hermanos, les ruego que se fijen en los que causan divisiones y ponen tropiezos, en contra de la enseñanza que ustedes recibieron. Apártense de ellos, porque no sirven a Cristo nuestro Señor, sino a sus propios apetitos y con sus palabras suaves y agradables engañan el corazón de la gente sencilla. Todos saben que ustedes han sido obedientes. Me alegro de su actitud, y quiero que muestren sabiduría para hacer lo bueno, pero no para hacer lo malo; así el DIOS DE PAZ APLASTARÁ PRONTO a satanás BAJO SUS PIES
Que nuestro Señor JESÚS les dé su gracia.

Lucas 10.25-37 DHH
Un maestro de la ley fue a hablar con Jesús y para ponerlo a prueba le preguntó: “Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?”
Jesús le contestó: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué es lo que lees?”
El maestro de la ley contestó: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente y ama a tu prójimo como a ti mismo.”
Jesús le dijo: “Has contestado bien. Si haces eso, tendrás la vida”.
Pero el maestro de la ley, queriendo justificar su pregunta, dijo a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?”
Jesús entonces le contestó: “Un hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó y unos bandidos lo asaltaron y le quitaron hasta la ropa; lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote pasaba por el mismo camino; pero al verlo, dio un rodeo y siguió adelante. También un levita llegó a aquel lugar, y cuando lo vio, dio un rodeo y siguió adelante. Pero un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verlo, sintió compasión. Se acercó a él, le curó las heridas con aceite y vino y le puso vendas. Luego lo subió en su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, el samaritano sacó el equivalente al salario de dos días, se lo dio al dueño del alojamiento y le dijo: `Cuide a este hombre, y si gasta usted algo más, yo se lo pagaré cuando vuelva.´ Pues bien, ¿cuál de esos tres te parece que se hizo prójimo del hombre asaltado por los bandidos?”
El maestro de la ley contestó: “El que tuvo compasión de él.”
Jesús le dijo: “Pues ve y haz tú lo mismo.”

Mateo 22.34-40 DHH
Los fariseos se reunieron al saber que Jesús había hecho callar a los saduceos, y uno, que era maestro de la ley, para tenderle una trampa, le preguntó: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?”
Jesús le dijo: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” Éste es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a éste; dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.”
En estos dos mandamientos se basan toda la ley y los profetas.

Gálatas 5.14 DHH
Porque toda la ley se resume en este solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.»