En épocas de profundas grietas, nada mejor que aguzar la vista para no sufrir crueles sorpresas.

Cierta vez, por azares del camino, encontré a una persona a
quien por décadas no había visto. Solíamos ser amigos, pero los caminos se bifurcaron.
 
 
No lo reconocí, estaba tan cambiado.
Sin emitir comentario alguno pensé: –qué cruel es el paso del tiempo… cómo destruye a una persona.

Me asusté cuando la replica de aquel pensamiento asaltó mi alma: –¿estaré igual?
Me miré en el espejo de mis hijos, mis hermanos y los pastores que luchan por la gente.
La imagen que vi me devolvió la paz y la alegría…
 
 
Entonces recordé mi visita al oftalmólogo en los años del desencuentro.
Entendí que los años no deforman a la gente, son los lentes que, con claridad, permiten ver todas las cosas tal como son. Y quizás… como siempre fueron, pues cercanías y cariños son astigmáticos*.
 
Ay, ay, ay… Joan Manuel, que razón tenía don Antonio Machado:

“NUNCA ES TRISTE LA VERDAD, LO QUE NO TIENE ES REMEDIO…”

Porque hay muchos rebeldes, sobre todo entre los que vienen del legalismo,
que dicen cosas sin sentido y engañan a la gente.
A esos hay que taparles la boca, pues trastornando familias enteras,
enseñando lo que no deben para obtener ganancias mal habidas.
Tito 1-10-11 DHH

*Astigmatismo: Problema en los ojos. Por la curvatura irregular de la córnea, se ven deformadas las imágenes y poco claro el contorno de las cosas.