“…y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (1)

Tan vieja como amplia, la discusión sobre la verdad contrapone las banderas de quienes creen poseerla. Cada óptica parcial se vuelve absoluta y es defendida a ultranza, razón de guerras y matanzas.

La libertad es un bien preciado que suele valorarse cuando se pierde.
Al igual que la verdad, cuando se vuelve absoluta y tiene propietarios, la libertad se suicida.

JESÚS nos facilita las cosas, al centrar la verdad en los frutos y no en las razones: “De modo que ustedes los reconocerán por sus acciones”. (2)

Creo en la pluralidad como base del enriquecimiento mutuo y en la unidad que siempre se realiza entre dispares, pues lo que es igual no necesita unirse por ser lo mismo.

En este sentido, Zygmunt Bauman (3) nos hace una advertencia sobre la facilidad en los tiempos que corren para la formación de bloques asimiles que, dentro de su burbuja, consideran ser libres y, a la vez, dueños de la verdad. La trampa de la unicidad bien definida por Goethe: “Nadie es más esclavo que el que se tiene por libre sin serlo.” (4)

Ser testigos del trato y las amenazas gubernamentales a los periodistas que cubren el golpe cívico, militar y religioso en Bolivia, impacta por las formas empleadas. La sensación de impunidad se potencia ante el silencio de los organismos internacionales, así como la mudez de los países de origen de dichos corresponsales. Es asombroso que evacuen a sus ciudadanos sin condenar al gobierno violador de derechos y libertades elementales.

En el aire queda flotando un meta mensaje: “Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. Burdas amenazas subliminales.

La tacita misiva es real y corresponde al estado de legalidad que se opone al de justicia. Una nueva cultura universal impone su paradigma: solo importa lo legal aunque sea injusto.

Una de las primeras acciones de todo gobierno de facto es, como enseña el manual de Goebbles (5), silenciar las voces discrepantes por proscripción, prohibición o muerte, aunque esta última puede ser virtual al ser asediado por las hienas del “lawfare” y los medios. Nuevos ejércitos de ocupación compuestos por jueces y fiscales, a los que se suman periodistas de medios hegemónicos y trolls rebosantes de algoritmos.

En tiempos del “libre mercado”, quienes esgrimen la verdad de la libertad de empresa se contraponen con aquellos que defienden la libertad de expresión y la de prensa.

La libertad de prensa es una utopía, todos los medios responden a un posicionamiento.

Lo grave es cuando esos medios son usados como armas de coerción económica, pues se vuelven mercenarios implacables, que responden a un único dios que conocen: el dinero, proveedor de un arma deseada, el poder. (9)

¿Cómo creerles a quienes tienen en su haber tantos frutos de mentira?

Como pueblo debemos crecer y eso implica abandonar la etapa de los paternalismos, reclamando y haciendo respetar nuestros derechos. Es un buen momento para hacerlo, recordando las palabras de Agustín de Hipona (6):
“Nadie puede ser perfectamente libre hasta que todos lo sean.”

Breguemos hasta que llegue el día en el cual,

“Se encontrarán la misericordia y la verdad, se besarán la justicia y la paz.
Desde la tierra brotará la verdad, y desde los cielos observará la justicia.
Además, el Señor nos dará buenas cosas, y nuestra tierra producirá buenos frutos.
Delante de él irá la justicia, para abrirle paso y señalarle el camino.”
Salmo 85.10-13 (RVC)

 

 

(1) Juan 8.32 (RVC)
(2) Mateo 7.20 (DHH)
(3) Zygmunt Bauman | Filosofo nacido en Polonia, 1925, padre del concepto de “la modernidad líquida”
http://cultura.elpais.com/cultura/2015/12/30/babelia/1451504427_675885.html
(4) Johann Wolfgang von Goethe | Poeta y dramaturgo alemán, 1749-1832
(5) Paul Joseph Goebblels | Ministro de Hitler para la Ilustración pública y Propaganda, (1897-1945)
(6) Agustín de Hipona | Obispo y filósofo, 354-430